|
Predicador dominico, que se dedicó a promover la paz en medio de las guerras y odios entre güelfos y gibelinos que tanto ensangrentaron las Italia del Norte.
Sus predicaciones fueron muy eficaces. Hasta organizó una peregrinación de unos 30.000 participantes de ambos bandos que acudieron a Roma.
Allí pidieron perdón ante la tumba del Apóstol Pedro, aunque el Papa francés de Avignon desautorizó la iniciativa y el acto de reconciliación fracasó. Desplazado a Avignon, pidió al Papa Benedicto XII que regresara a Roma sin conseguirlo y siendo encarcelado durante un tiempo.
Poco después el sucesor Benedicto XII le encargó predicar la cruzada contra los turcos, que asolaban las cristiandades de Oriente. Aunque logró muchos recursos y guerreros cruzados, fracasó ante la incompetencia e intereses de los dirigentes políticos. Desplazado él mismo a Oriente, murió en Esmirna mientras intentaba fortalecer a los cruzados.
Su fama de santidad y sus milagros le llevaron a los altares por aclamación popular, aunque no fue canonizado por ningún pontífice.
|
|
|
|
|